El tic-tac del reloj le taladraba los oidos hasta el punto que era incapaz de oir nada, excepto aquel martizante tic-tac. Tic-tac, tic-tac, tic-tac...
Los segundos se hacian minutos y los minutos horas. No podia quitar la vista del secundero.
NEW IN MY SKIN CARE ROUTINE FROM SELVERT THERMAL
Hace 8 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario