sábado, 30 de agosto de 2008

Diario de una viajera: LISBOA

La semana pasada estuve en Lisboa con mi familia y tengo que decir que estoy enamorada de esta fantástica ciudad.
El primer día, cuando llegamos tras alrededor de 5 horas de camino en coche, no me gustó mucho. Todo eran avenidas y edificios modernos. Hablo de la zona de Campo Grande, Campo Pequeno, Picoas o Marqués de Pombal.
Pero Lisboa es una ciudad que tienes que conocer un poco más para amarla. Y así hice. A partir del segundo día me adentré más en ella y comencé a descubrir sus maravillas.
Una de las primeras cosas que percibí fue la integración de tantísimas culturas y razas en la misma ciudad. Es llamativa la cantidad de gente de raza negra que hay, provenientes casi en su totalidad de las colonias portuguesas en África, así como los muchos mulatos, fruto de la interacción de una raza con la otra.
Pero además de ésto, tambien puede verse enseguida muchos jóvenes de toda Europa, debido al gran ambiente universitario que tiene la ciudad. Cada año, miles de estudiantes la eligen para realizar su Erasmus.
Los lisboetas, la gente qu eha nacido allí, tienen fama de ser encantadores. Y yo puedo reiterarlo: son unos anfitriones dignos de si ciudad. Gente servicial, que no servil, alegres, trabajadores y muy humanos.


Si tuviera que decir algo malo de ellos, no son los mejores conductores del mundo. Ellos entienden como funciona allí, y no vi ni un solo accidente ni un coche dañado, pero para los que venimos de fuera es algo estresante.
Yo personalmente prefiero el metro, que junto a los de Moscú, Méjico DF y Tokyo, está considerado el mejor del mundo. Es muy limpio, fácil de entender, seguro, y contiene numerosas obras de arte modernista.
En la foto que aparece sobre estas lineas me encuentro esperando a que llegue, mientras trataba de leer el periódico Metro, aunque no entendía casi nada.


Aquí aparezco con m hermana (yo soy la de la izquierda) delante de la plaza de toros, emplazada en el barrio de Campo Pequeno, y que tiene debajo un centro comercial donde podeis encontrar tanto tiendas con todo tipo de firmas, hasta restaurantes tradicionales, de cocina extranjera, hasta de fast-food.


Otro rasgo importante de la ciudad son sus puentes. EL primero es el Puente 25 de Abril, que tomó el nombre tras la Revolución de los Claveles, y el Puente de Vasco de Gama que, con 18 kms, es el más largo de Europa y uno de los más grandes del mundo.



El barrio de Baixa comprende el centro de la ciudad. Está construido sobre las ruinas de la ciudad que destruyó el terremoto en 1755. Por ello, al tratarse de un barrio nuevo, destacan sus calles rectas y sus avenidas. Son dignos de visitar la Praça do Comércio y el Rossio, donde se puede comer gastronomía típica de la zona, como en la Casa de las Befanas (pero cuidado, los domingos cierran). También debeis ir a la pastelería Suiça y probar el dulce de vino de Oporto y café, un auténtico placer para el paladar.






Otro sitio al que debeis ir es a un pequeño restaurante situado en la Rua do Cais de Santarém, 2, y que se llama "A Minha Maneira". Os garantizo que provareis una comida exquisita a unos precios muy bajos y con un servicio excepcional. El camarero es un señor mayor algo nervioso que hará todo lo posible para que esteis agusto. Y no dejeis de entrar en los servicios, con el WC más puntero que he visto nunca.


El barrio más característico de la ciudad es el de Alfama. Fue uno de los pocos que sobrevivió al terremoto, por ello muestra una estructura más antigua que el centro, lleno de callecitas empinadas que ocultan mil secretos y maravillas.





Es además la cuna del Fado, así que podréis deleitaros con buena música en cualquier bar restaurante de la zona. En Alfama se encuentra la Catedral y el Castillo de San Jorge, que es muy bonito, pero debeis pagar para ver sus instalaciones.




Otra de las maravillas de Alfama es el mercadillo que tiene lugar los martes y sábados y en el que podeis encontrar piezas de segunda mano y piezas de coleccionista como sellos o vinilos, hasta artesanía y joyería recién salida del horno, pasando por objetos completamente inútiles. Y todo a unos precios realmente buenos.




Otro barrio que hay que visitar es el de Belem. Allí debeis visitar el Monumento de los Descubridores, que fue construido en los años 70, y la Torre de Belem, de la Edad Media. La entrada a esta última son solo 4€, y merece la pena. Cuando llegas a lo más alto, tras subir las escaleras de caracol más estrechas que os podais imaginar y que son tanto de subida como de bajada, vereis una panorámica de Lisboa bellísima.


La foto que aparece a continuacion pertenece a una de las coloridas calles de este barrio.




En él se encuentra el Monasterio de los Jerónimos, construido entre 1501 y 1570, y de estilo manuelino, es una gran obra arquitectónica que no os dejará indiferentes. En su interior podreis ver los restos del gran poeta Luis de Camoes y de Vasco de Gama, ambos naturales de Lisboa. Además, el acceso al monasterio es completamente gratuito.






Aqui una foto del estadio del OsBelemense.





Por último, hago referencia a un pueblo lisboeta, Cascais.
Cuenta con numerosas calas para todos los gustos, algunas de ellas más tranquilas y otras más concurridas. Eso sí, el agua está bastante fría, pues se encuentra en mitad del Atlántico.
Aunque lo más característico de Cascais no son sus playas sino sus palacios y castillos, antiguos lugares de veraneo de la realeza europea y convertidos ahora en museos e instalaciones de ocio.

Con todo ello, la localidad tiene un ambiente también muy cosmopolita, acogiendo a turistas de todos los rincones del planteta.






Llaman la atención a su vez los puestos ambulantes donde comprar vestidos, pañuelos o lámparas hechas con conchas de la playa; y los restaurantes con comida italiana, mejicana, india, china y, por supuesto, portuguesa. Os recomiendo que comais en "A Económica de Cascais", en la Rua Sebastiao J. C. Melo, 35, que solo cierra los jueves, y que donde debeis probar el licor de Beirao y la Tarta de Almendoa.


En conclusión, hay que visitar Lisboa, digna capital portuguesa, que no os decepcionará en absoluto.

1 comentario:

Unknown dijo...

Oooooh Lisboaaaa que guay!!yo tb estuve este veranooo!!! me encantó... aunque eso de los mejores metros del mundo....pfff no se yo...un poco prehistorico, eh jaja t fijaste que habia un monton de personas negras con los ojos claros??

volveré a Lisboa