Story (part 1.2)

Lena vuelve a mirar el reloj. Son las 9:23, hace más de veinte minutos que debía estar en clase. Se estaba malacostumbrando a llegar tarde y eso era algo que no le gustaba nada. Tras meter apresuradamente las llaves del coche mal aparcado en el bolso se dirige hacia la clase, que esta en la segunda planta. Como siempre el ascensor esta ocupado, pues le toca subir los escalones a pie. No hay cosa que odie más que tener prisa y que el mundo se ralentice. Cuando llega a la clase ve que la puerta está cerrada. Intenta abrirla, pero tiene el pestillo echado por dentro. Eso significaba que el profesor se había cansado de esperar y había cerrado la puerta para que nadie más entrara. Una forma de hacer escarmentar a los alumnos para que no se retrasasen tanto.
¡Mierda! ¡Esa clase era importante! Puesto que no tiene nada mejor que hacer hasta la siguiente clase y su amiga esta dentro de clase, va a la cafetería para tomar un café a solas y aprovechar para leer un poco el periódico. Un capuchino bien caliente y con nata por encima, justo como le gusta a ella. Prueba un poco de nata, que deshace en sus labios y después la diluye en el café. Qué bueno que está. En el periódico solo noticias desagradables. Un poco de política y las muertes del fin de semana anterior. Una tragedia. Un autobús escolar ha volcado… qué tragedia.
Estaba completamente absorta en su lectura cuando se sorprende por un golpe en la mesa. Alguien ha dejado su taza de café en la mesa en la que estaba ella. Sin decir nada, un chico se sienta allí, en la pequeña mesita que ella había ocupado en la cafetería.
Lena balbucea unas palabras.
-Perdona, esta es mi mesa.
-Lo se.
-Mira, hay más mesas libres, ¿te importa ir a otra?
-Me gusta esta-le responde aquel descarado con una media sonrisa.